12º Entusiasmada, pensando en que sorpresa vendrá ahora, da vuelta la página encontrándose una foto en blanco y negro que parece el registro documental de un atentado terrorista... !Que atró! Dos jóvenes delgados muy elegantes corren a grandes zancadas dentro de sus ajustados chaqués para alejarse de una nube de polvo y gente despavorida; uno de ellos, el más rubio le recuerda a su Daddy (lo extraña tanto... ella era la niña de sus ojos, como dicen los rotos que a veces son tan adecuados con su metáforas folclóricas) el otro se parece al primo Brunis por el perfil y los lentes ópticos, pero Brunilda nunca estuvo tan delgada ¿o sí?... lo que vea a la Tití le preguntará pues ella se sabe todas las historias queer de la familia (que son muchas). Entre los chicos hay una señora elegantísima con traje de dos piezas, guantes con cartera en composé y un gran sombrero de piel clara, su outfit (como se dice ahora) es bien “Sixty” muy como de la Tía Teté, a quien Polly imita pues la encontraba de lo más chiquérrima con sus Chanel, Dior, Patou y Balenciaga del año de “maricastaña” que solía usar, pero que estaban impecables, como recién estrenaos. A un costado de la foto en medio de la tole-tole, otra señora está de rodillas con una abrigo de piel igual, pero igual al que heredo de su abuela Dorotea... ¡Ayyy! Recuerda las imágenes de la explosión brutal en Beirut y se le llenan los ojos de lágrimas, antes de empezar a toser compulsivamente por nerviosismo y los ácaros de Mesié Latour.
Continuará...
(IF, Lindsay Anderson - 1968)