Injerto
Del lat. insertus 'introducido'.
Órgano o fragmento de tejido vivo que se implanta en una parte del cuerpo para reparar una lesión, o con fines estéticos.
Nos hablan de distanciamiento social, la verdad es que se trata de distanciamiento físico, donde lo social se mueve, más aún, hacia lo virtual. Nos vamos acostumbrando a las reuniones en 2D, a través de todo tipo de plataformas, pantallas y soportes porque la necesidad de verse, hablarse –pero sin tocarse– sigue siendo lo más importante. Inmediatamente después aparecen las otras necesidades: la necesidad de generar obra, la necesidad de articular discursos, la necesidad de hacer algo, de ocuparse para no preocuparse.
Fabio Castro, aka F*Castro es un artista visual que se mueve entre la cultura pop, la ciencia y la tecnología. Durante 25 años se ha dedicado a investigar diferentes soportes y técnicas, desde la fundición tradicional a la fabricación digital, la instalación, animación, video mapping, programación web y electrónica. Sus trabajos plantean irónica y transdisciplinariamente preguntas sobre el medio ambiente, el poder y las políticas contemporáneas.
Alfredo Da Venezia es artista visual y académico, se considera un militante del diseño y un simpatizante de la arquitectura. Desde 1997 realiza performances a través del desplazamiento de la gráfica y la pintura, utilizando la ciudad como soporte. Actualmente realiza trabajos de mutación corpórea que ilustran el fracaso de la promesa emancipadora de la modernidad, desde el diseño digital cobran vida micro esculturas de piezas paradigmáticas de la arquitectura y del diseño realizadas en impresión en 3D y registradas fotográficamente.
Raúl Miranda es un artista visual, escritor, académico e investigador escénico, cuya obra personal, a través de su agrupación “Minimale” desde el año 2000, ha sido un permanente desplazamiento estético, caracterizado por fusionar los códigos de las artes visuales contemporáneas, con lenguajes fílmicos y teatrales, mediante los conceptos de “Cine vivo e Instalación Escénica”, desarrollando una consistente y particular poética transdisciplinaria desde la teoría a la praxis.
Castro, Da Venezia y Miranda proponen injerto como una suerte de ventana abierta hacia el taller del artista, ese espacio físico de trabajo, de introspección, pero también de cruce e intercambio con otrxs, imposibilitados por el encierro, donde ponen en común una mirada cuestionadora o perversa sobre la producción de lo orgánico.
Los planes cambian, los objetivos no.
