3º Sin entender la primera página, la que no tenía ninguna anotación al margen o marca de algún tipo, pasa a la segunda que muestra unas especies de globos terráqueos muy extraños. Limpia sus lentes, presiona sus ojos y parpadea rápidamente para descansar y aguzar la vista para volver a la antigua lámina. Se da cuenta que las esferas no son orbes, sino que, globos oculares... que horror… pero exhibidos como objetos decorativos. Esto le recuerda algunos “gabinetes de curiosidades” que ha visto en unos museos olvidados de Hamburgo, donde el olor rancio a formalina y polvo acumulado –por qué los alemanes muy alemanes serán, pero el polvo se acumula igual, particularmente en esos museos que no le importan a nadie– la han dejado en el hospital con crisis de rinitis alérgica. Siente que los ojos la miran, pero rápidamente piensa que son huevos, recuerda que no tomó desayuno y le da hambre, sensación que reprime pues está en ayuno, sumando a la crisis alérgica que esta empezando a tener. Además, en esta época es muy mal visto estornudar, pues la verdadera pandemia es la paranoia colectiva sobre la enfermedad, esta o cualquiera.
Continuará...
(Model of the Human Eye, Stephan Zick - 1680)